Todos sabemos que el patinaje es lo Ășltimo para levantar el ĂĄnimo, asĂ que nos pusimos al dĂa con Cam, una chica patinadora de Impala, para charlar sobre cĂłmo el patinaje ha traĂdo paz a su cuerpo, mente y alma...
¿Cuånto tiempo llevas patinando y qué te atrajo de ello?
EmpecĂ© a patinar en 2020, cuando llegĂł el cierre patronal. Como mucha gente en aquella Ă©poca, empecĂ© a buscar formas de llenar mi tiempo con cosas que me daban alegrĂa de niña antes de que la vida empezara a ponerse ajetreada: empecĂ© a patinar sobre hielo, a pintar y a hornear, pero el patinaje se me quedĂł grabado. Llevaba tiempo echĂĄndole el ojo a unos patines azules y amarillos (ÂĄlos Impala!) y me los comprĂ© para mi cumpleaños. EmpecĂ© a buscar vĂdeos en Instagram porque sabĂa que querĂa ser muy consciente de cĂłmo me sentĂa mientras patinaba. Desde el principio, no se trataba sĂłlo de fitness para mĂ, querĂa sentirme increĂble mientras lo hacĂa. Por eso intento que cada patinada sea especial, llevando ropa que me haga sentir bien, y normalmente me tomo un cafĂ© o un batido despuĂ©s. Lo que me atrae del patinaje es la sensaciĂłn de libertad que me aporta, no hay nada mejor que ponerme mi canciĂłn favorita y deslizarme sintiendo el viento en la cara (suena muy cursi, pero es verdad). El patinaje me levanta el ĂĄnimo.
ÂżRecuerdas el momento en que te diste cuenta de que el patinaje te ayudaba con tu salud mental?
Me di cuenta de que el patinaje era un verdadero apoyo para mi salud mental cuando perdĂ a un amigo Ăntimo de cĂĄncer. La noticia fue devastadora, y estar en otra ciudad por trabajo, lejos de la familia y los amigos, lo hizo aĂșn mĂĄs duro. Para sobrellevarlo, empecĂ© a pasar las tardes en una pista cercana, patinando al atardecer. El ritmo del movimiento se convirtiĂł en mi vĂa de escape, permitiĂ©ndome procesar mi dolor y reflexionar sobre mis emociones de una forma que ninguna otra cosa podĂa. Desde entonces, el patinaje se ha convertido en mi recurso cada vez que me siento abrumada o agobiada por la vida. Se ha convertido en mi forma instintiva de encontrar la paz en medio del caos.
¿De qué manera ha influido positivamente el patinaje en su salud mental y su bienestar?
Estoy muy agradecida por patinar porque se puede hacer socialmente en una pista de patinaje con amigos, es una gran idea para una cita nocturna, o se puede disfrutar en solitario en mi pista local al aire libre y realmente se ha convertido en un elemento bĂĄsico en mi rutina para controlar mi salud mental. Aunque me encanta compartir el patinaje con los demĂĄs, en realidad es sĂłlo para mĂ. A menudo me pierdo en las redes sociales y a veces me cuesta sacar tiempo para patinar, pero una vez que me deslizo, me siento feliz de haber desconectado e intento agradecerme a mĂ misma que me haya dedicado tiempo. TambiĂ©n me ha ayudado porque creo que habitualmente en mi carrera y en otras actividades soy bastante exigente. Me gusta hacer las cosas muy bien y muy rĂĄpido. Pero me recuerdo a menudo que patino para disfrutar y liberarme, no para alcanzar la excelencia o la perfecciĂłn. Tener este espacio para simplemente SER y no LOGRAR me quita mucha presiĂłn y me encuentro conmigo misma con gracia y sin juzgarme.
ÂżQuĂ© le dirĂas a alguien que tiene curiosidad por empezar a patinar para mejorar su salud mental?
Entiendo que pueda parecer intimidante empezar a patinar, ÂĄporque caerse es inevitable! No soy en absoluto una experta y eso forma parte del viaje. Tuve que aprender a no compararme con nadie, ni en Internet ni en ningĂșn otro sitio. Patinar es una actividad que se ha convertido en algo muy personal para mĂ y creo que, aunque se puede hacer en entornos sociales, ha sido una gracia salvadora para mĂ cuando necesito tiempo tranquilo.... Ahora, deslizarme sobre los patines en un bucle me pone inmediatamente en un estado de flujo. Mentalmente voy a un lugar donde puedo centrarme en mi interior sin dejar de ser consciente de lo que me rodea, presente en mi cuerpo para mantener el equilibrio y la velocidad. Sutilmente (o no tan sutilmente) bailo o canto al ritmo de la mĂșsica que escucho, me doy afirmaciones verbales o dejo que mi mente divague. Si tienes curiosidad, dĂ©jate llevar por el patinaje sobre ruedas, es un regalo que me hago a mĂ misma y, a menudo, lo mejor de mi dĂa.
ÂżA cuĂĄntos amigos has animado a probar el patinaje y cĂłmo les ha ido?
Este verano empecĂ© a publicarme a menudo patinando en mi Instagram. Al principio estaba nerviosa y sufrĂ el sĂndrome del impostor: no soy una experta y no sĂ© hacer trucos increĂbles como algunos de los patinadores que sigo... pero me sorprendiĂł ver cuĂĄntos de mis amigos (y desconocidos) estaban intrigados. EmpecĂ© a tener grandes conversaciones en mis DMs y en persona sobre las dudas de algunas personas para empezar (no tienen patines, tienen miedo de caerse o hacerse daño, desearĂan tener tiempo para patinar, etc). Suelo decir con entusiasmo que aprender a patinar puede ser un reto, que puede dar miedo sentir que te vas a caer, que tengo que encontrar y dedicar tiempo intencionadamente... pero no hay nada mejor que la sensaciĂłn de alegrĂa que da coger velocidad, deslizarse y zambullirse por el asfalto. Me hace sentir fuerte y estable en mi cuerpo.
A quick story: I was roller skating one day about 2 years ago and I was stopped by a father and his 8 year-old daughter, she said she loooooved my skates. The dad said that it was so cool to see a Black woman roller skating and that I was a great example to his daughter (they are also Black), he said "representation matters! Keep skating!" That made my day <3